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Y es que tener sexo no es solo una cuestión física, también hay otros aspectos íntimos y emocionales que debes explorar para lograr excitar a una mujer, y el encuentro que tengan sea muy placentero. Enfócate en su espalda. Dale un masaje con final feliz. Nadie se puede llegar a un masaje.
Empero el deseo se construye, y lo que antes no nos daba pereza hacer, ahora nos suponen un ahínco terrible. Conclusión: dejamos de ponernos a 1. Y es que, dormirnos en los laureles, sexualmente hablando, pasa factura. Si tu creatividad sexual suele espejear por su ausencia, no te preocupes que aquí te ofrezco algunas ideas. Juego de miradas.
Testimonio: Infidelidad Redescubrí la pasión con un extraño Éramos la pareja perfecta alce los ojos de la gente. Empero mi vida sexual era de pena. Gracias a otro hombre descubrí mi potencial para dar y recibir placer, exploré mis fantasías y mi cuerpo. Una relación envidiable, de esas que son amigos sobre todas las cosas, con los mismos intereses y los mismos gustos. Pero algo faltaba. Época la típica mujer casi asexual, ganancia de una crianza que yo creía moderna, por aquello de que me explicaron muy bien cómo se hacen los niños y todo eso, cuando en realidad lo que deberíamos conocer es que los niños hay que hacerlos preferiblemente sintiendo placer. Si a eso le sumamos unos principios morales muy restrictivos sobre el sexo, ya tenemos el cóctel de mujer totalmente desconectada de su cuerpo y su sexualidad. Tuve relaciones sexuales solo con mi marido, apenas había tonteado de adolescente, algunos morreos y un equivalente de toqueteos que no llegaron a mayores.