
Era menester otra cosa. Pero esto, que puede parecer una de tantas incongruencias de nuestra democracia incipiente, no es divertido y no hace, tampoco, al caso. Hoy me parece que hasta el aire de Los Sunchos era alimenticio, y que bastaba masticarlo al respirar para mantener y aun acrecentar las fuerzas: milagro de mi país, donde, virtualmente, todavía se encuentran pepitas de oro en medio de la calle. Y aquí debo confesar que yo era, en efecto, un niño gracioso si se me consideraba en lo físico. Tengo por ahí arrumbada cierta fotografía amarillenta y borrosa que me sacó un fotógrafo trashumante al cumplir mis cinco años, y aparte la ridícula vestimenta de lugareño y el aire cortado y temeroso, la verdad es que mi efigie puede considerarse la de un lindísimo muchacho, de grandes ojos claros y serenos, frente espaciosa, cabello rubio naturalmente rizado, boca bien dibujada, en forma de arco de Cupido, y barbilla redonda y modelada, con su hoyuelo en el medio, como la de un Apolo infante.
Esa necesidad de aprovechar lo adquirido, de no dejarlo enmohecer en el magín, como bienes de avaro, le hizo producir La Gran Aldea, libro de observación y de crítica, lleno de vida y de agudeza, en el que abundan las pinceladas de baza maestra, aunque la novela fuese un ensayo, el primer paso en un camino nuevo si no desconocido, y por el que el autor no emprendió viaje otra vez, traído y llevado enseguida por las luchas ardientes, por los trabajos del foro, por las altas posiciones que fue llamado a ocupar en el Congreso y en el Gobierno mismo del nacionalidad. La Gran Aldea apareció por primera vez en los folletines del Sud América, que acababa de fundarse entonces. La gran masa de lectores con que ahora cuenta nuestro país, no puede conocerla, por lo tanto. Qu'on ait trouvé des personnalités dans cette comédie, je n'en suis surpris: on trouve toujours des personnalités dans les comédies de caractère comme on se découvre toujours des maladies dans les livres de médecine. La vérité est que je n'ai pas plus visé un individu qu'un salon; j'ai pris dans les salons et chez les individus les traits dont j'ai fait mes types, mais, où voulait-on que je les prisse? Le Monde où l'on s'ennuie.
Eres mi bebedero. De alegría, empero también de escozor. Eres mi opción. Pero todavía mi brete. Eres mi. Serenidad, empero todavía mi ebriedad.