
La mujer en la antigüedad y en nuestros días Concepción Gimeno de Flaquer Poca importancia podía tener la mujer en aquellas edades en que la razón, la justicia y los derechos eran usurpados por el fuerte, en detrimento del débil. Felizmente vamos caminando hacia el progreso, hacia la verdadera luz que ha de rasgar las densas brumas que encapotaban los limitados horizontes de la mujer de la antigüedad; felizmente nos hallamos próximos a alcanzar para la mujer una igualdad bien entendida. En la sociedad actual la mujer que trabajó recibe unos honorarios que no compensan sus esfuerzos, que no pueden sufragar sus necesidades. Criterio tan erróneo para juzgar a la mujer; hijo de rancias e injustificadas preocupaciones, tiene que sufrir gran reforma. La situación de la mujer en la antigüedad era tristísima cual la del paria y el ilota. Dirijamos una mirada retrospectiva a aquellos pueblos que negaban a la mujer todo respeto y consideración; establezcamos un paralelo entre sus costumbres para con la mujer y las costumbres de hoy, creadas por la moderna civilización, y nos veremos alentadas ante la consoladora esperanza de un mañana cercano, favorable a la causa de la mujer. En algunos pueblos griegos y romanos, la mujer no podía hablar sin permiso de su señor, ni sentarse a su mesa.
Y es que la siguiente selección de frases para enamorar a una madama que te ofrecemos en Frases. Ambición que siempre sigas presente allí, en mi mente, en mi corazón y en mi vida. Lo que compartimos se ha transformado en algo invaluable que llena mi corazón de plena felicidad. Al verla mi corazón se derrite y puedo entender que desde siempre fuiste la indicada. Finalmente, algún me hizo entender lo que significa amar. Qué afortunado me siento de haberte conocido.