
Luisa Maria Guerra Rubio; Lic. Tatiana Quevedo Guerra Facultad de Psicología. Universidad Central Marta Abreu de Las Villas Cuba RESUMEN En el presente trabajo se presentan un conjunto de reflexiones en torno al proceso de orientación que utilizan los jóvenes para la elección profesional como momento importante del desarrollo personal. El estudio se realizó con estudiantes de onceno grado; la indagación utilizó como técnica fundamental, el cuestionario orientado a explorar como se orientan los estudiantes hacia las carreras universitarias. El conflicto que genera esta situación; el miedo al fracaso, a la decepción propia y ajena, son muchas veces sentimientos habituales del joven preuniversitario que se convierten en fuente de ansiedad y estrés.
España es el segundo país de la OCDE con un mayor porcentaje de mujeres menores de 30 años con estudios superiores y el primero en cuanto a varones en términos relativos. Cuando se hurga en el informe de la OCDE se observa que España es el tercer país de toda la organización —aunque muchos no ofrecen datos— con mayor porcentaje de personas menores de 30 tituladas en estudios superiores de años de lentitud. Sucede algo parecido con la empleabilidad en términos generales. Las cifras parecen dar la razón a la OCDE cuando se analizan los datos españoles. Las mujeres le dan la dorso a la estadística cuando tienen aprendizaje superiores. Y las jóvenes son especialmente conscientes de su situación de inferioridad laboral, explica San Segundo.
En general, los estudiantes de semestres avanzados tienen los mismos prejuicios de género que los de recién ingreso a la institución. Se recomienda transversalizar la perspectiva de género en las instituciones de educación superior a través de programas de sensibilización y capacitación. Palabras clave: género, estereotipos de género, universitarios, jóvenes. A sample of 1. Entrada Los estereotipos de género son un conjunto estructurado de creencias compartidas dentro de una cultura o grupo acerca de los atributos o características que posee cada sexo Moya, , son concepciones preconcebidas acerca de cómo son y cómo deben comportarse las mujeres y los hombres Delgado, Novoa y Bustos, Las creencias estereotipadas de género, junto con la identidad e ideología de género, permean en las conductas discriminatorias basadas en la diferenciación de una persona como mujer u hombre. El género es una representación cultural que contiene ideas, prejuicios, títulos, interpretaciones, normas, deberes, mandatos y prohibiciones sobre la vida de las mujeres y de los hombres. Los hombres valoran atributos que refuerzan en las mujeres una feminidad de un modelo tradicional, hegemónico, en donde se demora que sean delicadas, dulces, sensibles y maternales.
Imagen por: Anastasia Usenko. Los expertos en educación en Estados Unidos se encuentran alarmados ya que la brecha de género en la educación superior va al alza. Esta brecha de género en la universidad atraviesa la etnia, la geografía y el entorno económico. Antes, muchos de los empleos que realizaban las mujeres no requerían un título universitario. Hay dos razones principales por las cuales sucede esto; en primer lugar, el sistema educativo indiano se enfoca en seguir las reglas y la organización sobre el adiestramiento activo; y segundo, hay una apretura de maestros y consejeros universitarios varones, especialmente que pertenezcan a alguna minoría. Aunque tanto las calificaciones como los puntajes de las pruebas miden el rendimiento académico, las primeras reflejan el desempeño diario del alumno en una disciplina académica, pero son afectadas por factores no cognitivos que no son medidas directas del aprendizaje académico.
Mensajería electrónico: jvillanueva upn. Correo electrónico: cihernandez upn. Desde esta posición, las mujeres son vistas como seres incompletos dependientescon necesidades naturales de amar para completarse, mientras que los hombres son percibidos como autosuficientes, completos e independientes. De tal manera, que estos arquetipos organizan las relaciones y los discursos, potenciando la subordinación de las mujeres en las relaciones de pareja Saiz, Cada individuo adquiere una identidad psicosocial que es definida a partir de asemejarse a unos y diferenciarse de otros, misma que reelabora o confirma a lo largo de su vida. Al respecto, Ferrer y Bosch opinan que la socialización diferencial contribuye a anclar la creencia de que hombres y mujeres son diferentes, y por esa razón, deben comportarse de manera distinta en diversas esferas de la biografía humana, como en las relaciones afectivas de pareja. Es decir, lo arbitrario no es sólo resultado del contexto sociohistórico, en el cual los individuos son socializados.